miércoles, 2 de abril de 2008

COMENTARIOS SOBRE UNA PRIMERA IDEA

La gran sencillez del proyecto es lo que más me atrae, pero a su vez lo que más me asusta. Siento que el silencio es atronador, contrapuesto a la gran simplicidad a la que se abre.
Induce a la reflexión, cierto, eso era lo que quería.
Pero ese silencio me detiene. No puedo agregar nada más. Cualquier equipamiento molesta. No quiero que nada distraiga la atención del observador. Pero ¿funciona?¿Querría alguien frecuentar por allí?¿O se convertiría en un lugar por el que solo quiero pasar una vez?¿Se apropiaría la gente de un lugar así? ¿Es un aporte a la ciudad?
Por otro lado, ¿entendería el ciudadano común el mensaje que le quiero transmitir o solo prodría comprenderlo un arquitecto con ojos críticos?¿Cómo hacer que sea una experiencia para todos?¿Cómo hacer que la gente se de cuenta de lo que aparece ante sus ojos en la cotedianeidad de su vida urbana?¿Cómo descubrir ante su mirada esos episodios de la ciudad, esos instersticios, esos huecos...?

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